Restaurante
La Abadía, Plaza de San Nicolás 3, 45002 Toledo, Castilla La Mancha, España
Toledo es la capital de su provincia homónima y de la comunidad de Castilla La Mancha. Declarada Patrimonio de la humanidad, sus magníficos
monumentos y su gran historia la hacen un destino privilegiado para el turista.
Además si añadimos su cercanía a Madrid y la amabilidad de sus habitantes
entendemos el éxito turístico de esta bella ciudad. En Toledo se suele poner
tapa con la consumición en muchos locales, práctica extendida en muchas lugares
de España y siempre se agradece tanto a los acostumbrados como a los novatos. Muchos
locales, por lo tanto, tienen divididas zonas de tapeo y restaurante, y así cada
uno puede escoger entre tomar cañas con las tapas ofrecidas y las raciones que
uno se pide, o comer de plato y menú.
Muchos locales permiten practicar el arte del tapeo, donde uno puede
probar varias raciones de pequeñas cantidades, y uno de ellos es el restaurante
La Abadía. La Abadía es un famoso local de Toledo que se ubica en el casco
histórico de Toledo, cerca de la Plaza
Zocodover (el Alcázar) y la catedral (Catedral, ayuntamiento y el Palacio
Arzobispal), a unos pocos 10 minutos. En la Plaza San Nicolás y al lado de la Iglesia
San Nicolás, en un edificio que era un antiguo Palacio está La Abadía. El local
es famoso y tiene éxito, con bastantes referencias y opiniones positivas y me
dejé guiar por los consejos de mis cómplices blogueros. El local es perfecto
para probar tanto los platos tradicionales como los novedosos.
Para entrar pasaremos unos portones y accederemos a la planta baja, donde tenemos la barra del bar a la derecha donde tomar el vermú o su vino. En la misma planta hay un comedor, pero esta zona es incómoda y solo aconsejable para tapeo ligero y en un grupo inferior de 4 personas. Si queremos estar sorprendidos deberemos bajar las escaleras al sótano e ir al comedor subterráneo. Aquí llegamos a unas cuevas donde los comedores están en bóvedas subterráneas, donde el ambiente es fresco y agradable. Hay varias zonas de comedores, así como otra barra, y distintas mesitas donde comer a gusto, aunque puede ser algo ruidoso.
Para entrar pasaremos unos portones y accederemos a la planta baja, donde tenemos la barra del bar a la derecha donde tomar el vermú o su vino. En la misma planta hay un comedor, pero esta zona es incómoda y solo aconsejable para tapeo ligero y en un grupo inferior de 4 personas. Si queremos estar sorprendidos deberemos bajar las escaleras al sótano e ir al comedor subterráneo. Aquí llegamos a unas cuevas donde los comedores están en bóvedas subterráneas, donde el ambiente es fresco y agradable. Hay varias zonas de comedores, así como otra barra, y distintas mesitas donde comer a gusto, aunque puede ser algo ruidoso.
Un consejo: es muy conocido por lo que es imprescindible reservar al medio día, aunque para cenar es más facil.
Sobre la cocina del local, ofrece una combinación exquisita de platos
tradicionales con otros experimentales. La carta tiene productos de caza muy
típicos en Toledo como el ciervo, el jabalí o la perdriz que se presentan en
platos como la ensalada de perdriz, el paté de caza (muy rico) o en guisados. También
tienen platos de carnes más comunes como el entrecot, el cochinillo o una parrillada
de carnes. El restaurante es adecuado para comer tapas y disfrutar de pequeñas
cantidades pero de varios productos. Por ejemplo existe la tabla de sartencillas
(equivalente tixolas gallegas) que se componen de 4 platos y lleva patatas con
huevos rotos y picadillo, carcamusas a la toledana (plato típico de Toledo),
crujiente de pollo con moje manchego y cremas de bacalao con chispas de
cebolla. Todo muy calentito y rico. Otra opción es la tabla llamada Todo
Tapas, con pequeñas cantidades e diferentes productos que incluyen el paté
de caza (muy rico y extendido en Toledo), la ensalada de perdriz, las croquetas
ibéricas, las milhojas de salmón, las migas manchegas (quizá lo único que pueda
no gustar y a mi no me dejo un buen recuerdo) y las carcamusas a la toledana (un
excelente guiso). Y para el medio día el menú degustación es ideal para probar
toda la gama de platos del restaurante y se compone de una ensalada de perdriz,
unas croquetas cremosas de jamón ibérico, un queso manchego y paté de caza, unos
filetitos de ciervo, un bacalao y ponche toledano. También ofrecen un menú
degustación que tiene muy buena fama y parece convenir para el medio día, pero al
cenar podría ser demasiada cantidad y mejor optar por otras opciones como unas sartencillas
o un todo
tapas por ejemplo.
El servicio fue muy atento y amable. Íbamos a pedir el menú degustación pero la camarera, muy agradable, comentó que podría ser demasiado para cenar. Nos propuso el todo tapas o las sartencillas para tener varias tapas con menos cantidad. Optamos por las dos y la sugerencia fue clavada porque quedamos bien y nos sobró cantidad. Por lo que además de ser más económica la opción, fue suficiente. La carta de vino lleva un poco de todo, pero sobretodo vinos de la zona de Toledo. De las pocas botellas de ½ o 3/8 litro que tenían, pedimos una botella de tinto joven de Finca la Estacada sugerida por la camarera. Y otra vez acertó y me gustó este vino para acompañar los platos variados.
Sobre la relación calidad precio, es bastante buena con precios
normalitos. Debemos tener claro que el restaurante está más pensado para tapear
de todo en cantidades normalitas. Y nos saldrá si no nos excedemos a un precio medio. Aconsejo las sartencillas
calentitas y ricas que llenan aunque parecen raciones pequeñas por 13,60 euros.
La tabla Todo tapas lleva más platitos pero de menor cantidad por 12,70
euros y el menú degustación cuesta 18 euros excluida la bebida por si estamos
más hambrientos. Por una tabla de todo tapas y una de
sartencillas acompañada de una media botella de vino y 2 cafés nos salió
por 38 euros.
Un local a la altura de
su fama, donde probar tapas de platos típicos toledanos, y un excelente
complemento a nuestra visita de esta maravillosa ciudad.
Pros: un local atractivo ideal para tapear.
Contras: muy exitoso por lo que hay mucha gente y la espera es larga.
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